El coste de la energía eléctrica en España es uno de los más altos de Europa, alcanzando algunas semanas los valores promedios más elevados de Europa en el MIBEL. Esto implica una pérdida letal de competitividad para numerosos sectores productivos. En particular la industria electro intensiva ha visto materializadas en forma de deslocalización las consecuencias de los altos costes energéticos.
Por otro lado desde 2015 estamos asistiendo en nuestro país a un desarrollo exponencial de proyectos de energías renovables. Una gran cantidad de MW’s renovables que se van a incorporar al sistema en competencia con los productores tradicionales. Debido al desarrollo de la tecnología y las circunstancias del mercado, estos nuevos proyectos renovables necesitan unos ingresos por unidad de electricidad muy por debajo del coste que los consumidores están pagando actualmente.